jueves, 14 de octubre de 2010

NUTRICION PARENTERAL (NPT)

La nutrición parenteral consiste en la administración de nutrientes por vía venosa a través de catéteres específicos, para cubrir las necesidades energéticas y mantener un estado nutricional adecuado en aquellos pacientes en los que la vía enteral es inadecuada, insuficiente o está contraindicada.
   Si el aporte de nutrientes es total se trata de una NPTotal; si sólo constituye un complemento nutricional a la vía enteral  hablaremos de NPParcial.
Indicaciones de la NP:
  • Digestivas:
    • Patologías neonatales, congénitas o adquiridas: íleo meconial, atresia intestinal, gastroquisis, onfalocele, enfermedad de Hirschprung complicada, hernia diafragmática, pseudoobstrucción intestinal, enterocolitis necrotizante...
    • Intervenciones quirúrgicas: resecciones intestinales, peritonitis infecciosa, malrotación y vólvulo, trasplantes...
    • Malabsorción intestinal: síndrome del intestino corto, diarrea grave prolongada, enfermedad inflamatoria intestinal grave, fístulas digestivas, enterostomía proximal, linfangiectasia intestinal, algunas inmunodeficiencias, enteritis por radiación...
    • Otros: pancreatitis aguda grave, postquimioterapia, postirradiación, pseudoobstrucción intestinal, vómitos irreversibles, ascitis quilosa, quilotórax...
  • Extradigestivas:
    • Estados hipercatabólicos: sepsis, politraumatismos, quemados, neoplasias, trasplantes, caquexia cardíaca...
    • Recién nacidos pretérmino de muy bajo peso.
    • Fallo visceral: insuficiencia hepática o renal aguda.
    • Oncología: mucositis grave.
Objetivos.
   Objetivo principal de la administración de NP:
  • Mantener o restaurar el estado nutricional del paciente.
  • Objetivos de enfermería en el paciente seleccionado para  NP:
    • Seleccionar la vía de acceso venoso adecuada a la durabilidad de la NP y al estado del paciente.
    • Conservar y administrar la fórmula de NP según protocolo de la unidad consensuado o procedimiento que se describe en este capítulo.
    • Monitorizar factores de riesgo para prevenir complicaciones.
COMPOSICION  DE LA NPT
 
líquidos y electrolitos
Los requerimientos varían con la edad, el peso, el estado de hidratación y la enfermedad de base. Hay que tener siempre en cuenta las condiciones que pueden modificar estos requerimientos, por aumento de las necesida- des como, p. ej., en presencia de fiebre, vómi- tos o diarrea, o por disminución de las mis- mas, p. ej., en insuficiencia renal o si existen edemas.
 
aminoácidos
Las necesidades de proteínas varían también con la edad. Los aportes recomendados para garantizar un buen balance nitrogenado y un crecimiento adecuado son 3,0 g/kg/día en recién nacidos pretérmino; 2,5 g/kg/día en lactantes menores de 2 años; 1,5 a 2,0 g/kg/día en los niños hasta la adolescencia, y 1,0-1,5 g/ kg/día en adolescentes y adultos. Se usan solu- ciones de aminoácidos cristalinos. Algunos aminoácidos, en especial taurina y cisteína son condicionalmente esenciales en los recién nacidos y lactantes, por lo que es acon- sejable el uso de soluciones de aminoácidos específicas para niños, con un mayor conteni- do de estos aminoácidos y menor cantidad de aminoácidos aromáticos y sulfurados.
 
aportes energéticos
Las necesidades de energía también varían considerablemente de un individuo a otro, dependiendo de la edad, su actividad física y su estado de salud.
 
hidratos de carbono
La glucosa es el único hidrato de carbono usado en nutrición parenteral en niños. Se administra como dextrosa (D-glucosa) y pro- porciona 4 kcal/gramo. Deben constituir el 50-60% del aporte calórico total. Su aporte, en especial en recién nacidos pretérmino, debe ser progresivo para prevenir la hiperglu- cemia. Excepto en este grupo de edad, es excepcional la necesidad de aportar insulina para el control de la glucemia. No se debe sobrepasar la capacidad oxidativa máxima que en recién nacidos es de 12,5 mg/kg/minuto.
 
lípidos
Poseen el poder calorígeno más alto (9 kcal/g) y una osmolaridad baja, por lo que pueden administrarse por vía periférica. Su uso pre- viene además el déficit de ácidos grasos esen- ciales. Los lípidos pueden administrarse en perfusión separada del resto de los nutrientes o en una mezcla con aminoácidos y dextrosa (mezclas ternarias o "todo en uno"), previa comprobación de su estabilidad. Proporcio- nan habitualmente el 30% del aporte calórico total, pero en caso de necesidad pueden alcanzar el 50%.
 
minerales
Sus necesidades en la nutrición parenteral se recogen en la tabla IV. Aunque las cantidades totales de calcio y fósforo están limitadas por su solubilidad, el empleo de fuentes orgánicas de fosfato (glicerofosfato sódico) han permiti- do aportes mayores de calcio y fósforo con bajo riesgo de precipitación.
 
vitaminas
La nutrición parenteral debe contener vita- minas hidro y liposolubles. Los aportes reco- mendados se encuentran en la tabla V. A par- tir de los 11 años, pueden utilizarse los prepa- rados multivitamínicos de adultos, que no contienen vitamina K. La carnitina, sintetiza- da a partir de la metionina y la lisina, es el transportador de los ácidos grasos de cadena larga a través de la membrana interna mito- condrial. Aunque puede obtenerse tanto de la dieta como a partir de biosíntesis endógena, puede considerase un nutriente condicional- mente esencial en el neonato.
 
oligoelementos
Los oligoelementos o elementos traza son parte, generalmente, de muchas enzimas. Es recomendable la inclusión rutinaria de cinc, cobre, selenio, cromo y manganeso para evi- tar las deficiencias. En la tabla V se detallan los requerimientos para la edad pediátrica. En caso de existir colestasis, el cobre y el manga- neso deben administrarse con cautela. Si exis- te insuficiencia renal, deben reducirse los aportes de selenio y cromo. La adición de hie- rro a las soluciones de NP es controvertida.
 
EN QUE CASOS SE ADMINISTRA???
Indicaciones de la nutrición parenteral
  • Estados de malnutrición pre y post-operatorias, íleo, fístulas entéricas, síndrome de malabsorción, enfermedad inflamatoria del intestino, disminución del intestino delgado, pancreatitis, etc.
  • Pacientes con grandes pérdidas de nitrógeno, quemaduras severas y pacientes que están bajo tratamiento de quimioterapia y radioterapia.
  • Pacientes con sepsis, trauma múltiple e insuficiencia renal.
  • Pacientes con más de 5 días de ayuno o con problemas neurológicos con impedimento para utilizar el tubo digestivo.
  • Pacientes con problemas durante el embarazo (hiperemesis gravídica).
  • Prematuros y lactantes con impedimentos para la ingestión adecuada de nutrientes, bajo peso. En estos pacientes el ayuno debe ser máximo de 24-48 horas.

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